La oposición llama a otra sesión para derogar la baja de asignaciones familiares

La oposición intentará otra vez sesionar en diputados para aprobar una ley que deroga el decreto 702/18, que elimina los beneficios a las asignaciones familiares de la Patagonia y provincias de frontera.

El llamado lo hizo Graciela Camaño, jefa del Frente Renovador, pero tuvo la firma de Diego Bossio, del bloque justicialista, y se sumará el kirchnerismo. Si bien podrían llegar a la mayoría para sesionar con el aporte de la izquierda, el Evita y los puntanos, ya lo intentaron el 7 de agosto y  quedaron a 10 votos del quorum por ausencias repartidas en todos los bloques.

Para evitar que patagónicos de Cambiemos asistieran a esa sesión, el Gobierno suspendió la medida por un mes, pero ese tiempo ya pasó y no informó ningún otro parche. La más furiosa era la radical Lorena Matzen, de Río Negro.

«Además de perversa, es de una insensibilidad y un desconocimiento absoluto», protestó Camaño y recordó que la medida afecta a cerca de 450.000 personas, entre ellas 100.000 chicos, distribuidas en las provincias de Río Negro, Neuquén, Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut, La Pampa, Formosa, Mendoza, Salta y Jujuy.

En algunos casos, el recorte supera el 70% de lo que perciben actualmente en concepto de salario familiar. El Senado aprobar leyes para derogarlo, pero quedó a más de 20 votos del quórum.

Sólo el kirchnerismo llevó mayoría excepción de Cristina Kirchner, pero el bloque justicialista sólo llevó representantes de la Patagonia y Cambiemos dejó sus bancas vacías. Sólo apareció la aliada Miriam Boyadjian, de Tierra del Fuego.

«Nos vamos a seguir reuniendo todas las semanas hasta que haya quórum», amenazó el senador Juan País, justicialista y de Chubut, que estaba rodeado de bancas vacías.

Para el Gobierno cualquier expresión del Congreso que implique más gastos es una mala señal en el acuerdo con el FMI, pero en la oposición no lo entienden así y mucho menos Massa, que no duda en descalificar la negociación de Nicolás Dujovne en Washington.

Las amenazas en sumar gastos con una ley son otro dolor de cabeza para Macri, que el martes se reunirá con los gobernadores para pedirles clemencia y avanzar en un presupuesto acordado. Pero el conflicto abierto por las asignaciones muestra que la negociación tiene muchos baches.