Sorpresa y media: Tagliaferro cumplió “el sueño” de Lucas Ghi
Suena raro, pero fue así. Lucas Ghi anhelaba que el aeropuerto de El Palomar sea alternativa de Aeroparque y Ezeiza. Tagliaferro lo realizó, pero hoy Ghi no opina lo mismo.
En sus años como Intendente, Ghi hablaba de la importancia de tener un Aeropuerto en El Palomar y prometió una fuerte inversión en Seguridad y Obras. Sin embargo, nunca concretó las políticas públicas que el actual jefe comunal, Ramiro Tagliaferro, ya convirtió en su marca de gestión.
Casi una década atrás, Lucas Ghi, representante de la agrupación kirchnerista Nuevo Encuentro e Intendente de Morón, anunciaba como inminente la conversión del distrito en una ciudad aeronáutica: “Nuestro sistema aeroportuario metropolitano debe jugar un rol gravitante”, aseguraba con ante las cámaras de los medios nacionales. Lo hacía en ocasión del cierre temporal que sufrió Aeroparque durante noviembre de 2010, circunstancia que convirtió a la estación aérea del El Palomar en la opción obvia para recibir vuelos internacionales.
“Queremos que constituya una variante permanente, una plaza alternativa a Aeroparque y Ezeiza”, vaticinaba el hombre del sabbatellismo en alusión al entonces acondicionado aeropuerto moronense, y con un pronóstico de ejecución concreto: “Dos años”. En sintonía, había ordenado la realización de “tareas de señalización y mantenimiento vial, bacheo y acondicionamiento de los estacionamientos”, de acuerdo a la información divulgada en ese momento a través de sus redes sociales, todavía accesible mediante Facebook.
Pero llegó 2012. Aún, como promesa, su directora de Planificación Estratégica, Lucrecia Panizoni, anunciaba ante los medios zonales la continuidad del plan original: “Pensamos ampliar el aeropuerto de El Palomar para recibir vuelos de cabotaje o de otra escala”. Es decir, seguía vigente aquel deseo inicial de quien ahora busca volver al Palacio Municipal (podría estar cerca, en el Concejo Deliberante como concejal, pero se encuentra de licencia); un afán que, llamativamente, se encuentra en las antípodas de su postura actual. ¿Qué ocurrió en el medio?
En febrero de 2018, el actual Intendente, Ramiro Tagliaferro, materializó el anhelo de Ghi al inaugurar el aeropuerto por el que ya pasaron más de 764 mil pasajeros. En efecto, la terminal consolidó a Morón como Ciudad Aeronáutica, reactivó al barrio, y significó importantes mejoras urbanas, como la apertura y reparación integral de calles, la iluminación y señalización de los accesos, una conexión optimizada con la estación ferroviaria y más cámaras de seguridad.
Paródicamente, la misma contradicción aparece al contemplar el legado del mejor alumno de Sabbatella en materia de prevención del delito. “El Estado tiene que garantizarnos el derecho a la seguridad pero solo lo va a hacer si garantiza la seguridad de los derechos”, intentaba explicar en abril de 2011, prácticamente excusándose por lo que él mismo había denominado “un juego de palabras”. ¿Seguridad sí, seguridad no?
Lo cierto es que, mientras se debatía en trabalenguas, no consiguió alcanzar ninguna de estas premisas en cómoda concordancia con la directiva kirchnerista de, en efecto, negar la inseguridad y desestimar el reclamo de los vecinos sobre la problemática.
La evidencia es que su gestión dejó apenas 60 cámaras de seguridad funcionando para todo el distrito. Una cantidad bastante inferior a las 589 que ahora supervisa el nuevo Centro de Operaciones y Monitoreo construido por Tagliaferro, que se suma a ocho destacamentos y cinco postas policiales distribuidos a lo largo del territorio moronense.
Por último, otra coincidencia curiosa que expone cómo Ghi predijo la tarea del actual Intendente son las obras hidráulicas. Es que, mediante una inversión de 250 millones de pesos, Tagliaferro tomó las riendas del saneamiento de las cuencas Boquerón, French-Azcuénaga, Haedo y Céspedes, proyectos que, en su mayoría, fueron desfinanciados y abandonados por su antecesor.
Cuando aún dirigía el destino de los recursos municipales, Ghi, nuevamente candidato de NE para intentar no perder otra elección, hablaba de la importancia de terminar con las inundaciones. Una vez más se quedó solo en promesas que la gestión que asumió hace poco más de tres años trabaja para concretar.