Los intendentes peronistas y el miedo a Kicillof
El Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires comenzó a fortalecer los encuentros y charlas en privado para definir una estrategia de cara a la disputa electoral de agosto próximo. Claro, con la tantas veces mencionada “unidad” aún como una utopía, la postulación que realizó al inicio del año el mandamás del partido, Fernando Gray, genera dudas en algunos intendentes.
Es que, en febrero, el presidente del PJ bonaerense reclamó a quienes tengan aspiraciones a disputar la gobernación que salgan a mostrarse en las calles de la Provincia. Después, los candidatos para las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias se definirían con las encuestas sobre la mesa y un estudio del desempeño de cada precandidato en su instalación popular.
Así, pasaron los días, las semanas, los meses y se acercan los tiempos de definición, pero el horizonte no es el que esperaban los líderes de los Ejecutivos municipales del peronismo.
Los sondeos que realizaron los propios intendentes para tener mayor precisión sobre la interna peronista arrojó que el diputado nacional, Axel Kicillof, es quien pica en punta en todos los distritios. Inclusive, en el mejor de los casos para el deseo de los jefes comunales, la diferencia con sus competidores es de 20 puntos.
Las mediciones realizadas fueron sobre tres figuras, el ex ministro de Economía; Verónica Magario, intendenta de La Matanza; y Martín Insaurralde, su par de Lomas de Zamora.
En definitiva, el hombre con domicilio en Pilar y banca en el Congreso por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, ronda los 30 puntos. Sus posibles rivales en las PASO, llegan a la decena de acompañamiento y en algunas comunas de la Primera sección no llegan a dos dígitos. Así lo aseguró a este medio uno de los intendentes que muestra preocupación porque “Kicillof es el que más fideliza el voto de Cristina”.
Dichos números fueron los que arrojaron que los intendentes peronistas de la Provincia acudan a un cónclave cerrado en Ituzaingó. Por caso, no fueron invitados Magario e Insaurralde. Ambos conocían el horario y la sede de la reunión, pero no podían ser parte del encuentro.
Es que, la charla entre los intendentes que en los próximos comicios buscarán retener sus municipios tuvo como objetivo definir una estrategia, un frente de ataque, para consolidar los gobiernos locales y desde allí apuntalar a los dos precandidatos a Gobernador que responden a los alcaldes (Magario e Insaurralde). Es decir, con los números que aventajan a Kicillof, ver la manera de acordar la distancia y llevar a que el diputado decline su candidatura.
Para ello, es clave el acompañamiento constante a Cristina Fernández que esbozan los alcaldes. La ecuación es simple, si CFK es candidata a Presidente, el o la aspirante a la gobernación no será Kicillof sino uno de los intendentes. De esa manera, el voto a la hoy senadora se traspasaría al resto de la papeleta y se podría llegar a lograr un gobierno bonaerense peronista.
Incluso, una derrota de Cristina en segunda vuelta a manos de Macri no caería mal en algunos intendentes que ven, de esa manera, la posibilidad de establecer nuevos liderazgos siempre y cuando el sillón de Dardo Rocha quede para uno de los suyos.
Así, los intendentes del peronismo bonaerense comenzaron a jugar fuerte. Después de que un grupo se reuniera con Sergio Massa, buscan como frenar el factor Kicillof en una presunta PASO que según los números que manejan, dejaría al kirchnerismo con la cabeza de la disputa contra María Eugenia Vidal.