Cristina mueve las piezas y enfoca su armado en el Congreso

La futura vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, comienza a mover y a ubicar a sus dirigentes en la nueva estructura de poder que comenzará a gobernar el país a partir del próximo 10 de diciembre. El foco principal está puesto en el Congreso.

Uno de los acuerdos a los que llegaron con el presidente electo, Alberto Fernández, en la reunión del último domingo fue la de tener, en ambas cámaras, bloques unidos y no funcionar en formato de interbloque o, directamente con bancadas separadas. Así, comenzaron moverse las fichas.

El principal escollo está en el Senado. Allí, desde hace algunos años, conviven dos facciones considerables: los K y el PJ que responde a los gobernadores. El jefe de bloque de este último sector es el cordobés Carlos Caseiro, alineado con el gobernador Juan Schiaretti.

Caseiro señaló recientemente que a partir del recambio legislativo funcionarían por separado si les querían imponer como titular a un dirigente del riñón kirchnerista. El nombre que circulaba por ese entonces era el de la mendocina Anabel Fernández Sagasti.

Fue así que el miércoles Alberto le ofreció a Caseiro sumarse al gabinete -sin definición de sector- como prenda de negociación. El cordobés aún no respondió. De concretarse, el nombre con el que concuerda Cristina y el sector de los gobernadores para que lidere un bloque unificado de casi 40 legisladores es el del formoseño José Mayans.

A su vez, la presidencia provisional de la Cámara Alta, quedaría también para una persona de su extrema confianza. Fernández Sagasti vuelve a sobrevolar. Pero también, y tal vez con más chances, quien quede sea su ex secretario privado y ex titular de la AFI, Oscar Parrilli.

En Diputados el camino parece más allanado. Su hijo Máximo se quedaría con la titularidad del bloque. Incluso, pueden observarse declaraciones de Agustín Rossi, José Luis Gioja y el propio Alberto a favor de su futuro liderazgo. Es un mensaje de unidad al que intentan acoplarse y hacer público.

En este caso, también se requirió que el actual jefe de bancada, Rossi, vaya al gabinete de Fernández. Volvería a ocupar el Ministerio de Defensa a pesar de ser considerado uno de los parlamentarios más experimentados.

A priori, parecería que Cristina no se estaría metiendo en la conformación del gabinete de Alberto. Él, a su vez, a pesar del diálogo lógico, deja el armado legislativo, y sobre todo en el Senado a la ex Presidenta. En paralelo, Massa, el otro artífice clave para el triunfo del Frente de Todos, pone huevos en varios canastos.