Frederic desoye el pedido de Berni y no retirará las fuerzas federales de la Provincia
Después de recibir una vez más el respaldo de Alberto Fernández, desde el entorno de la ministra Sabina Frederic salieron a confirmar que rechazarán el pedido de Sergio Berni para retirar las fuerzas federales del territorio bonaerense.
«No se tomará ninguna medida», responden en la cartera de Frederic y aclaran que la carta a través de la que su par bonaerense hizo el reclamo no es de carácter «institucional», ya que no fue firmada por Axel Kicillof.
La respuesta llegó después de las declaraciones de Fernández, que este lunes volvió a defender a su funcionaria y lanzó un durísimo mensaje a Berni. «Si el ministro de la Provincia tiene un método propio, que lo aplique. Es su responsabilidad. Estamos para ayudar, no para polemizar», dijo el Presidente.
La verdadera tensión no responde a la situación de las fuerzas policiales, sino que empezó hace meses y se debe al malestar de Berni por haber sido vetado en el gabinete nacional. Fuentes al tanto de esta discusión contaron que el enojo lo arrastra desde noviembre, cuando todavía se ilusionaba con ser el ministro de Seguridad nacional pero Alberto se negó, con el argumento oficial de que quería más mujeres en el gabinete. En ese entonces, surgió el nombre de Sabina.
Berni no desistió y pidió la secretaría de Seguridad, pero en ese lugar quedó Cecilia Rodríguez, la ex ministra a de Cristina que es desde hace años una de las principales rivales de Berni en la interna del área.
Al quedar excluido del gabinete nacional, Cristina intercedió para que Kicillof le diera el ministerio bonaerense, una propuesta que Berni rechazó dos veces, hasta que la propia ex Presidenta fue a pedírselo y en ese momento aceptó sumarse.
Sin embargo, Berni sigue tensando la interna con Frederic y abre una disyuntiva en la mesa chica de Kicillof. Por un lado, saben que tenerlo en el gabinete les genera un conflicto con Alberto, pero creen que se sumarían un problema de echarlo a dos meses de haber asumido. Por otro lado, algunos resaltan un aspecto positivo: ven que el protagonismo excesivo del ministro, aunque los fastidia, los beneficia porque evita que Kicillof sea blanco de ataques en materia de seguridad.